jueves, 26 de mayo de 2016

Reflexiones bajo tierra. Metro a Metro: Así no hacemos país

¿Verdaderamente es tan grave no ceder
el asiento
en el transporte público?
Probablemente no.
pero, que se haga por sistema, comienza a ser un signo
más del egoismo feroz
que campa a sus anchas
en los tiempos que corren,
donde mirar fijamente la pantallita del móvil
-cómodamente sentados-
sin atender a nada más, no tiene precio.
En esta cuestión, nadie tiene por qué hacer país.
No es tan grave
que tu casero te diga a la cara 
"hay que ver cómo dejaron el país los del partido aquél"
mientras él -que juró y perjuró a la firma del contrato 
que su piso estaba declarado-,
resulta que mintió y además no estaba a su nombre...
No es tan grave,
él no está obligado a hacer país.
Tampoco es tan grave arrojar colillas a la acera,
o al monte,
y que luego arda, porque esos -los mismos que tampoco hacen país-
echarán luego la culpa al viento...
No es tan grave tirar basura a los ríos:
la porquería desaparecerá por arte de magia corriente abajo,
además como la naturaleza es de todos -y de nadie-
cada uno puede ensuciar su parte
-sin ruborizarse-...





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