martes, 23 de febrero de 2016
Criiic criiiic sostenido
El sonido de grillo,
-ese peculiar, inconfundible y oxidado
criiic-criiic sostenido procedente de un columpio-,
me hace subir nuevamente al balancín aquél
de hierro en forma de barca
en el que solían mecerse dos niñas, casi iguales,
vestidas de blanco,
delicadamente peinadas con llamativas coletas y abultados flequillos...
Y, por un rato, dentro de aquél artefacto suspendido en el espacio,
-lejos del pie a tierra-,
las dos hermanas se volvían inabarcables
como soberanas sobrevolando un ignoto altiplano...
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