Ella bajó
a la calle acelerando el paso.
Huía del ambiente enrarecido
de la estancia.
Fue solo en busca de aire fresco
y se trajo
dos sacos llenos
en los pulmones
-fruto del rato largo de paseo-
y, además, unas cajas de cartón
recogidas a las puertas de un establecimiento chino.
Y subió con todo ello
decidida a poner rumbo
en su vida
y cortar por la línea de puntos
...con la mente -como pocas veces-
despejada.
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