viernes, 13 de noviembre de 2015

Fogo lento

En Portugal
uno siente que todo transcurre sin prisa,
a fogo lento,
incluso las máquinas expendedoras de billetes de metro
siguen su propio ritmo:
ante una rápida pulsación
-motivada por la impaciencia madrileña-
la máquina reacciona
haciéndotelo pagar caro,
porque te expide de pronto un billete de 35€
por haber tratado de acelerar el proceso
de emitir un billete simple.


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