viernes, 17 de octubre de 2014

Cambio de estación

Cuando San Miguel
emprende su marcha con paso lento
-dejando aún calientes pisadas-,

llega San Invierno a Madrid...
...pero aquí nunca se aclimata
cuartela del todo hasta
pasada la festividad de los Santos.
Y es con el cambio de hora
cuando definitivamente se acuartela.
Y cómo cuesta sacar entonces abrigos y botas,
mover el armario y vestir prendas
que otrora daba calor solo mirarlas...
Pues bien, cada uno va vistiendo estas ropas a demanda:
si llueve o bajan las temperaturas, no hay duda;
Estar más destemplado o a punto de resfriarse también ayuda.
Pero hay un lugar -el pueblo de mi abuela-,
donde rige una extraña máxima
para deslindar el entretiempo:
aunque se haya instalado el frío,
todas las mujeres aguardan pacientemente
a que sea otra la primera que rompa el hielo y se ponga el abrigo.
Solo así se atreven las demás
a ir luciendo los suyos
ante el respetable
sin el menor complejo.

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