Y allí estaban
-sepultadas en una caja-
todas y cada una de las generaciones de gafas
que me habían servido
a lo largo del tiempo...
Redondas, ovaladas, gigantescas,
metálicas, de pasta,
bifocales,
de lejos, de cerca...
Alguna ya sin patillas,
otras descoloridas, o sin un cristal...
Todas ellas eran muy distintas,
tanto, como cada una de las cosas
que les había tocado ver con meridiana claridad...
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